India
Paisajes y cultura para admirar - Landscapes and culture to admire
La India, aparte de ser uno de los países más poblados, también acoge hermosos paisajes para la vista humana, tanto naturales como arquitectónicos.
Es un país cuya belleza se logra admirar, con un contraste en su realidad. Pero nunca deja de ser extraordinaria.
En su variada naturaleza podemos encontrar grandes y pintorescas montañas como las de Lidderwat, Kerala o como los paisajes de Kashmir
Imágenes sitio: http://www.ladakh-tourism.org/aru-kolahoi-glacier-trek.html
El Taj Mahal se erige como un majestuoso mausoleo de mármol, con proporciones simétricas. Está ubicado en la ciudad india de Agra. Es una delas siete maravillas arquitectónicas del mundo.
Lidderwat
Sitio: http://www.viajejet.com/paisajes-de-la-india/paisajes-de-la-india-lidderwat-kashmir/
Kerala
Imagen mehul.antani
Kerala, es para muchos una de las caras turísticas más apacibles de la India, y por ello, merece una consideración especial. Empezando por el clima, en alta temporada gracias a las temperaturas moderadas y continuas, las jornadas parecen siempre ideales.
El principal atractivo de Kerala son sus costas y playas, en medio de paisajes exuberantes y con un perfil exótico. Pero ante tanto ambiente rústico, quizás a muchos sorprenda el alto desarrollo de la región, con gente completamente alfabetizada, que no reniega de su estilo de vida tradicional.
El paisaje de Kerala alterna zonas montañosas hacia el interior, con paisajes de colinas y paradisíacas zonas costeras donde se asientan la mayoría de las ciudades turísticas, casi siempre a poca distancia una de otra. Las playas a destacar de Kerala son las de Kovalam, o Varkala, pero también son dignas de considerarse Cherai. La variedad de propuestas es tal, que no faltan reservas de vida salvaje com o Periyar y Evarikulam, o estaciones de montaña a pocos kilómetros del mar, como Munnar, Nelliampathi, Ponmudi o Wayanad.
Muchas publicaciones turísticas, no dudan en calificar a Kerala entre uno de los destinos más imperdibles de la India, y uno de los paraísos ecoturísticos a nivel mundial (ver 10 destinos de turismo ecológico). De hecho, las iniciativas ecoturísticas no escasean, sino que crecen marcando el perfil de la región. Por si fuera poco, existen atracciones como el Palacio Hill, el Palacio Padmanabhapuram, o Mattancherry, reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Kerala, es cada vez menos una novedad en el turismo mundial, y cada vez más, una estación de parada obligada en el recorrido por la India y por Asia.
Imagen kcbimal
Sitio: http://locuraviajes.com/blog/kerala-la-india-mas-apacible/
Bosques de manglares de Sundarbans.
Sundarbans es un Parque Nacional, Reserva de tigres y Reserva de la Biosfera así como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ubicado en el delta de Sundarbans, en el estado indio de Bengala Occidental. Esta región está densamente cubierta por bosques de manglar y es una de las mayores reservas para el tigre de Bengala. Contiene también una gran variedad de aves, reptiles y especies de invertebrados, incluyendo el cocodrilo de agua salada. Fue declarado Reserva de tigres en 1973 y Santuario de vida salvaje en 1977. En mayo de 1984 fue declarado que como Parque Nacional. En la parte en donde la tierra se une al mar en la punta sur de Bengala Occidental, comienza Sunderbans, tramos de bosques de manglar impenetrables de gran tamaño y diversidad biológica. Declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, los Sunderbans son una vasta zona que abarca 4264 km2.
Los Sundarbans son una parte del delta más grande del mundo, formado por los caudalosos ríos Ganges, Brahmaputra y Meghna. Situado en el extremo inferior de Bengala occidental, es también el estuario más grande del mundo. Los Sundarbans son atravesados por cientos de afluentes y arroyos.
Es uno de los más atractivos lugares de la tierra, un paraíso por descubrir. El bosque de Sundarbans es hogar de más de 250 tigres. Los tigres de Bengala se han adaptado muy bien a los alrededores de soluciones salinas y aguas, son muy buenos nadadores.
Sitio: http://ecowildlife.blogspot.com.ar/2013/10/parque-nacional-sudarbans-india.html
Kashmir - Cachemira
Image from Julie Starr, published under a creative commons license
Born from the partition of India in 1947, the conflict in Kashmir continues today, involving three nuclear powers – China, India and Pakistan – who are in dispute over the territory. The conflict is set against the backdrop of the Himalayan mountains and valleys and involves a patchwork of languages, religions and ethnicities: notably Kasmiris, Dards, Ladakhis, Dogras, Hanjis, Gujjars and Bakarwals.
Sitio: http://www.insightonconflict.org/conflicts/kashmir/conflict-profile/
Cachemira es una región ubicada en la zona norte del subcontinente Indio. Históricamente, se ha denominado Cachemira al Valle de Cachemira ubicado al sur de la parte más occidental de la cordillera de los Himalayas, junto a las zonas aledañas que han formado parte de su proceso histórico.
Cachemira es una zona en disputa, con una población de aproximadamente 13 millones de personas. Cuando India se independizó del Reino Unido en 1947, sus territorios de población mayoritariamente musulmana se segregaron a su vez para constituir el Estado de Pakistán. La excepción fue el principado de Cachemira: para afrontar una rebelión interna, sumaharajá pidió ayuda a India, que accedió a ello a condición de que el territorio pasase a formar parte de su jurisdicción.
El valle de Cachemira es relativamente bajo y muy fértil, rodeado por gran número de montañas. Está considerada una de las zonas más bellas del mundo.
Pakistán controla la región noroccidental (Territorios del Norte y Azad Kashmir). India controla los sectores central y meridional de la región (Jammu y Cachemira), mientras que China ha ocupado la región nororiental (Aksai Chin). Dentro de Cachemira, hay sectores que apoyan su independencia.
Viaje a Cachemira: En los hoteles flotantes del Lago Dal
En el lago Dal se mece el palacio de Buckingham al ritmo de las olas de unas pequeñas canoas que aquí conocen como shikaras. Pero se equivoca el que espere que Elizabeth, la reina, se asome altiva a un balcón porque el palacio de Buckingham del lago Dal tiene proa y popa, quilla y puente, y es más bien barco que palacio, aunque sea un barco palaciego y con pretensiones británicas. Y además de todo, es New, lo que indica claramente que en algún lugar se pudre el casco de madera de un Buckingham Palace anterior. Porque la huella inglesa en las montañas del norte de la India aún permanece en las riberas del gran lago de Srinagar, la capital de Cachemira, y porque los hoteles y ciertas casas siguen aún las costumbres que dejaron aquellos en la región. Los hoteles flotantes se construyen con madera de cedro y con una eslora que oscila entre los 38 metros de largo y los 24, y una manga que va de los 3 metros hasta los 6, dependiendo de lo que se quiera conseguir en su interior.
Y en el interior de mi hotel flotante se ha conseguido el bizarro aspecto del lujo asiático. Un largo pasillo distribuye las habitaciones entre abigarradas telas y techos minuciosamente tallados, las ventanas ofrecen la extraña perspectiva de un muelle habitacional que separa los hoteles a base de flores de loto, pareciera que sirvieran de sendero milagroso, pero no, y pareciera también que un ejército de modistas y tallistas hubieran trabajado hasta la extenuación para que el visitante siente un lujo decadente en cada rincón y en cada detalle. Y es que hasta los lotos son demasiado perfectos para este remoto rincón del mundo.
Dice la historia que allá por el siglo XIX el Raj del lugar temió una invasión de británicos armados con cestitas de picnic tras comprobar que aquellos blancuchos sonreían desmesuradamente cuando entraron en la ciudad. ¡Un lago con una temperatura agradable y hermosas montañas! ¡Con el calor tan espantoso que soportaban en Delhi! Los ingleses husmeaban las orillas, soñaban con reproducir casitas de estilo victoriano en las afueras de la ciudad, se veían imitando la vida inglesa con el estilo inglés, trajes ingleses y hasta temperatura inglesa: basta de la telas livianas, ya está bien de sudar como coolies, queremos tiritar de frío, Srinagar podía ser ese Shangi La del que vacilaba todo asiático.
Sin embargo, el Marajá, temiendo lo peor, lanzó una orden que al tiempo era una prohibición: los extranjeros no podían tener tierras en Cachemira. Pero los británicos, que son muchas cosas pero tontos precisamente no, se lanzaron a remodelar los clásicos Dunga, unos barquitos de recreo tradicionales en la zona, y se afanaron en añadirles camarotes para que acogieran a las familias al llegar el momento del descanso. Claro que a los ingleses les fue bastante bien en la India, su colonia más rentable, y aquellos ridículos barquitos fueron creciendo en eslora, en camarotes, en pasillos, en muebles recargados, en cojines cosidos a lujosas telas de kashmir, en chales de pashmina, en alfombras que ocupaban un salón entero. Los ingleses burlaron la orden del Rajá pero sus barcos eran aves sin alas: no podían navegar sin poner en peligro el impresionante muestrario de oropeles y joyas de museo que contienen.
Claro que no todos los hoteles son iguales y que la categoría de cada uno excede la comprensión occidental. Los hay que parecen más desvencijados, los hay que parecen más elegantes, los hay que necesitan una manita de pintura y otros que deslumbran desde la distancia, pero es difícil que uno pueda orientarse con la simple mención de su categoría: los hay de primera clase y también de segunda clase, pero también se ofrecen de lujo, que no sabría diferenciar de la primera clase, y también de ‘superlujo’, que yo, que estoy en uno de clase media, no puedo ni imaginar porque mi habitación ya me parece de Marajá, con su enorme cama apta para orgías grupales y ese baño que guarda reminiscencias de Agatha Christie con su bañera sostenida en cuatro doradas manitas de león con las garras desgastadas…
Junto al Kashmir Hilton descansa en su amarre el Duke of Windsor. Y así, hasta ochocientos, más o menos, el parque de casas flotantes que reposan en las orillas. Los británicos no dejaron nunca de venir, aunque ahora lo tengan especialmente complicado debido al conflicto que enfrenta a la India con Pakistán. De hecho, dicen que en 1966 George Harrison aprendió a tocar en uno de estos curiosos hoteles el sitar, de la mano de Ravi Shankar, lo que propagó la fama de estas casa flotantes y atrajo a miles de fans deseosos de probar todo lo que hiciera el autor de My sweet Lord, además de situar el lago Dal en el mapa de los hippies que recorrían la región por aquella época. La visita de personajes ilustres es un argumento más de los alicaídos hosteleros: por el hotel Chicago pasó Indira Gandhi, en el Butt’s Clermont el potentado Nelson Rockefeller y la escritora Arindhati Roy, por aquel de allí se enorgullecen de una dedicatoria del senador norteamericano John McCain… No es de extrañar porque los locales aseguran que por este lago pasó incluso Nuestro Señor Jesucristo….
De la pobre Cachemira, que fue un centro turístico de primera magnitud en la India, y que sufrió la calamitosa comparación con Suiza (‘la Suiza de Asia’, la llamó algún malintencionado que debía de saber por fuerza que todas las suizas paralelas del mundo terminan en tragedia: Cachemira, Líbano, Ruanda…), apenas quedan imágenes bucólicas y románticas, las de un bonito lago surcado por coloridas canoas y rodeada de barcos con extravagantes nombres y cargas. Hoy, la Suiza asiática es un pequeño infierno al que todas las embajadas ruegan con insistencia no visitar, un escenario de luchas entre muyahidines pakistaníes y soldados hindúes donde no son extraños los coches bombas y los atentados religiosos, uno de los posibles teatros para una guerra nuclear y una región en la que todos decían haber visto a Bin Laden escondido en algún sitio (ya no, obviamente).
Del sitio: http://www.losmundosdehachero.com/viaje-a-cachemira-en-los-hoteles-flotantes-del-lago-dal/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario es muy importante. Gracias.
Your comment is very important. Thank you.