Unas apuestas hacia el rencor y la violencia.
En un mundo en riesgo bélico, existen quienes fomentan el odio.
Corea del Norte repite pruebas de cohetes de largo alcance con poder nuclear.
Donald Trump firma un reconocimiento a Jerusalem como capital de Israel.
Isis o Ejército Islámico: Otra amenaza a la paz mundial.
Isis o Ejército Islámico: Otra amenaza a la paz mundial.
Corea del Norte desafía a Trump con el disparo de un nuevo misil balístico
Es el primer ensayo norcoreano desde el pasado septiembre. "Nos vamos a ocupar de ello", dice el presidente de EE UU.
Nada frena a Corea del Norte. Ni las ocho rondas de sanciones de la ONU ni el estrangulamiento económico ni las amenazas de destrucción masiva de EE UU. El régimen de Pyongyang puso fin hoy a más de dos meses de inactividad y lanzó un nuevo misil que, tras alcanzar una altura récord, acabó en el mar de Japón. La prueba, la vigésima del año, arruina las esperanzas de una apertura de negociaciones y reinstaura la retórica bélica que ha presidido este pulso desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La carrera es contrarreloj. Los expertos de la CIA y los analistas surcoreanos consideran que a Corea del Norte le faltan solo unos pocos meses para alcanzar su objetivo: un misil balístico intercontinental con capacidad para estrellar una bomba atómica en suelo estadounidense. Es el peor escenario, aquel que Trump ha puesto como línea roja irrenunciable. Si el tirano Kim Jong-un logra su meta, nadie se atreve a pronosticar cuál será la reacción de EE UU.
Por el momento, Pyongyang ya asegura el misil lanzado tiene capacidad para alcanzar "todo el territorio de Estados Unidos". En un anuncio televisado, siguiendo el patrón que se repite tras cada misil, el régimen comunicó el éxito del lanzamiento y aseguró que ya ha alcanzado su objetivo "histórico" de ser un estado nuclear.
“No se puede aceptar que esta banda de criminales se arme con misiles nucleares. Tenemos una gran paciencia pero si nos vemos obligados a defendernos a nosotros o a nuestros aliados, no tendremos otra opción que destruir totalmente Corea del Norte. Ya es hora de que se dé cuenta de que la desnuclearización es su único futuro. El hombre cohete está en misión suicida consigo mismo”, clamó Trump en la Asamblea General de la ONU.
Sus palabras vinieron seguidas de un parón en las pruebas. El último misil había sido lanzado el 15 de septiembre, cuatro días antes de la intervención de Trump, y sobrevoló para terror de Tokio la isla japonesa de Hokkaido. Desde entonces, aunque no se redujo el tono belicoso de Pyongyang, las sanciones habían ido en aumento, China había empezado a participar decididamente en el estrangulamiento económico de su antiguo aliado, y Estados Unidos incluso llegó a declarar a Corea del Norte “patrocinador del terrorismo internacional”. Todo ello hizo pensar que la presión estaba surtiendo efecto y que la tiranía podía inclinarse a abrir negociaciones sobre su programa nuclear y balístico.
Nada de eso ha ocurrido. El Líder Supremo ha mantenido el pulso y hoy lanzó un nuevo cohete. El artefacto ha caído en el mar de Japón, a unos 370 kilómetros de la costa nipona. Tokio sostuvo que el cohete había volado 54 minutos y Washington indicó que posiblemente se trataba de un misil intercontinental, el tercero lanzado con éxito por Pyongyang. También señaló que era el que mayor altitud había alcanzado hasta la fecha (unos 4.500 kilómetros). “Pero no ha supuesto un peligro para nuestro territorio ni el de nuestros aliados. Nuestro compromiso de defender a Japón y Corea del Sur permanece inalterable. Estamos preparados para responder a cualquier ataque o provocación”, indicó el Pentágono.
Tras conocer el lanzamiento, Trump, que en otras ocasiones se ha lanzado a insultar a Kim Jong-un, se mostró extrañamente circunspecto. Afirmó que había tomado nota y subrayó que la prueba no modificaba la estrategia estadounidense. "Nos vamos a ocupar de ello", dijo crípticamente.
Trump habló por teléfono con su homólogo japonés, Shinzo Abe, y ambos acordaron reforzar la cooperación ante el desafío norcoreano. Abe afirmó que el “acto violento” de Pyongyang “no se puede tolerar". Por su parte, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, avisó a Kim Jong-un de que la paz entre ambos países no es posible si insiste en sus “aventuras” militares.
Japón, Corea del Sur y Estados Unidos solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar el último lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte. El encuentro tendrá lugar este mismo miércoles, según informó la delegación estadounidense. El Gobierno de EE UU abogará por nuevas sanciones, anunció la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
El secretario de Defensa, James Mattis, destacó que se trataba de un ensayo que mostraba cierta evolución frente a los anteriores, especialmente por la altura alcanzada. Una cota que si hubiera seguido una trayectoria normalizada, según expertos estadounidenses, habría permitido alcanzar Washington (11.000 kilómetros).
El disparo supone una bofetada no solo para Washington. También, y muy notable, para Pekín, que en los dos últimos meses ha tomado una serie de medidas contra su vecino mucho más firmes que en el pasado. El presidente chino, Xi Jinping, envió hace diez días a un emisario personal a Pyongyang, Song Tao, con la misión oficial de informar de los resultados del reciente congreso del Partido Comunista de China. Y, aunque Pekín no lo confirmó oficialmente, con la misión de expresar una advertencia sobre el programa nuclear norcoreano. La visita, aparentemente, terminó en fracaso: Song nunca fue recibido personalmente por Kim Jong-un.
Con el lanzamiento, la estrategia de la tensión ha vuelto a ganar la partida. Una vez más queda patente que el hermético y asfixiante régimen norcoreano ha convertido la carrera nuclear en su razón de ser. No acepta ninguna negociación y se refugia en que el misil es necesario para hacer frente a la “amenaza constante de Estados Unidos”. Un desafío, suicida para un país paupérrimo y sometido a una tiranía hereditaria, que no hace sino movilizar a Washington.
En el pulso, Trump ha hallado un enemigo exterior execrado por todos, pero también un motivo para exhibir la fortaleza de su aparato militar. En este camino, aunque no ha logrado que Pyongyang rebaje la tensión, sí que ha conseguido fortalecer vínculos con Corea del Sur y Japón, pero sobre todo ha obtenido la colaboración de China. El gran rival comercial de EE UU, a quien el republicano demonizó en la campaña electoral, se vuelto su aliado y con su control sobre el comercio exterior norcoreano es considerado el factor decisivo. La pieza que puede poner fin a una partida de final imprevisible.
https://elpais.com/internacional/2017/11/28/actualidad/1511894584_212387.html
JUEVES 07 DE DICIEMBRE DE 2017
Diario La Nación
Trump reconoció como capital de Israel a Jerusalén y puso al mundo en alerta
Pese a las advertencias globales de que minará el diálogo de paz, avanzó con los planes de mudar la embajada norteamericana: temor a un estallido de violencia en Medio Oriente.
WASHINGTON.- En uno de los giros de política exterior más riesgosos de su presidencia, Donald Trump reconoció oficialmente a Jerusalén como capital de Israel, una decisión histórica e inédita que puso al rojo vivo a Medio Oriente, causó un fuerte repudio global y alejó las perspectivas de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.
Trump muestra el documento en el que reconoce a Jerusalén como capital de Israel, ayer, en la Casa Blanca. Foto: Evan Vucci / AP
Al cumplir con una de sus promesas de campaña, Trump marcó un quiebre en la política exterior de Estados Unidos desde la creación del Estado de Israel, en 1948, y puso en pie de guerra al mundo árabe, al estampar su sello en un asunto sensible y encender una mecha en una de las regiones más volátiles del planeta.
"Viejos desafíos exigen nuevos enfoques", justificó el presidente norteamericano, al abrir un breve discurso en la Casa Blanca, que brindó acompañado de su vicepresidente, Mike Pence. "He determinado que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel", anunció el mandatario.
Con una firma, Trump ordenó poner en práctica una ley aprobada con abrumadora mayoría en ambas cámaras del Congreso en 1995, y trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, a la que reconoce como capital de Israel. Esa firma marcó el final de una política implementada por Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, que habían postergado la aplicación de esa ley a través de exenciones en aras de impulsar las negociaciones de paz en Medio Oriente.
Trump justificó su decisión al afirmar que la postergación no había beneficiado el proceso de paz, y funcionarios de su gobierno indicaron que, por el contrario, la nueva política acelerará las discusiones, congeladas desde hace años.
El estatus de Jerusalén ha sido uno de los temas más complicados de todo el proceso de paz. El consenso global, plasmado en resoluciones de Naciones Unidas, ha sido preservar la ciudad como capital de palestinos e israelíes en la llamada "solución de los dos Estados". Por eso el giro de Trump aisló aún más a su gobierno, al causar una fuerte ola de repudio y críticas en el mundo árabe y en Europa, donde el papa Francisco pidió mantener el statu quo de la ciudad, la cual, recordó, es "sagrada para judíos, cristianos y musulmanes" (ver aparte).
"No puedo permanecer en silencio sobre mi profunda preocupación", dijo Francisco en su audiencia general en el Vaticano. "Y al mismo tiempo deseo hacer un sincero llamamiento para garantizar que todos estén comprometidos con el respeto del statu quo de la ciudad, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas", agregó.
En Cisjordania, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, reivindicó el reclamo de los palestinos sobre Jerusalén, a la que definió como la "capital eterna" de los palestinos, y advirtió sobre el riesgo de una "guerra sin fin". Hamas fue más allá, al afirmar que la decisión "abre las puertas del infierno".
"Estas medidas reprensibles y rechazadas constituyen un socavamiento deliberado de todos los esfuerzos de paz", expresó Abbas, que además dijo que Estados Unidos ya no podía actuar de mediador.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elogió la decisión del presidente norteamericano, su principal aliado, a la cual calificó de "valiente y justa" y un "hito histórico".
En una fuerte señal de respaldo a Israel, Trump dijo que el reconocimiento del derecho del Estado judío a determinar su propia capital en Jerusalén era una "condición necesaria para lograr la paz", y que su decisión no era más que "un reconocimiento de la realidad" que ya no podía postergarse.
Trump brindó un solo gesto a los palestinos: su decisión, dijo, no implicaba una posición respecto de la resolución de las disputas fronterizas. Trump reafirmó que "respaldaría" una solución de dos Estados, la única salida viable que el mundo avizora al histórico conflicto, y pidió mantener el statu quo en los sitios sagrados de la ciudad.
"He juzgado que este curso de acción es lo mejor para los intereses de los Estados Unidos de América, y la búsqueda de la paz entre Israel y los palestinos", afirmó Trump.
"Esta decisión no pretende, de ninguna manera, reflejar una desviación de nuestro firme compromiso de facilitar un acuerdo de paz duradero. Queremos un acuerdo que sea un gran negocio para los israelíes y un gran negocio para los palestinos".
Trump reiteró su respaldo a la búsqueda de una paz duradera entre palestinos e israelíes, un objetivo esquivo desde hace décadas al cual el mandatario ha calificado como el acuerdo más difícil de lograr. Trump le ha dado esa misión a su yerno y asesor, Jared Kushner.
Al cerrar, Trump ensayó un llamado a la calma y la moderación, y a una continua búsqueda de una paz duradera: "La paz nunca está más allá de la comprensión de aquellos dispuestos a alcanzarla. Por eso, hoy llamamos a la calma, a la moderación y a que las voces de tolerancia prevalezcan sobre los proveedores de odio".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2089185-trump-reconocio-como-capital-de-israel-a-jerusalen-y-puso-al-mundo-en-alerta
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Isis o Estado Islámico -E.I-: La locura
asesina que amenaza a sus opositores.
La semana pasada, las Fuerzas Democráticas Sirias, apoyadas por
Estados Unidos, tomaron Raqqa, la ciudad siria que sirvió como capital
de ISIS. Recuperar el control de esa ciudad es el último de una serie de grandes
golpes militares a ISIS. Sin embargo, los estadounidenses no deberían esperar
que la caída de Raqqa tenga un efecto sustancial en la amenaza yihadista en
el país norteamericano.
La amenaza que plantea ISIS para Estados Unidos proviene desde hace tiempo,
y principalmente, de su capacidad para inspirar y permitir ataques, y no de sus
posesiones territoriales en Siria o en Iraq.
Pasaron más de tres años, desde que ISIS hizo su aparición en la escena
mundial, en 2014, siete individuos motivados por una ideología yihadista han
ninguno de esos ataques
se llevó a cabo bajo el liderazgo directo de ese grupo terrorista y ninguno involucró a un combatiente que hubiera regresado de Siria o Iraq.
Estos son datos de David Sterman es analista de políticas del Programa de Seguridad Internacional del centro de pensamiento New America.
Tampoco se sabe si alguno de los perpetradores de esos seis ataques mortales fue
autorizado por ISIS a través de un comunicación por internet con militantes en el exterior.
Sin embargo, sí ha habido ataques no letales y complots fallidos en los que los atacantes se habían comunicado con militantes de ISIS en otros países.
Incluso antes de la llegada de ISIS, y desde el 11 de septiembre del 2001, ningún atacante yihadista dentro de Estados Unidos recibió entrenamiento formal en el extranjero o directrices
de una organización terrorista extranjera, según la investigación de New America. Esa
conclusión está sustentada no solo por la información de New America sino por el informe del Centro Nacional de Lucha contra el Terrorismo sobre ataques violentos de extremistas suníes
en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001.
Tras seis años de guerra civil en Siria, solo hay un caso públicamente conocido de un combatiente extranjero estadounidense que viajó a Siria, regresó a EE.UU. y planeó un
ataque terrorista dentro de EE.UU., según New America. Y ese combatiente estaba
relacionado con el Frente al-Nusra, no con ISIS.
Esto no quiere decir que la caída de Raqqa y los éxitos militares que en general se han tenido
en Siria e Iraq no tengan un efecto positivo en las amenazas a Estados Unidos. Esos éxitos
les han permitido a las fuerzas sirias retomar territorios en los que ISIS entrenaba a
combatientes y planeaba ataques en Europa y en otros lugares, incluyendo tal vez Estados Unidos.
También es posible que representen un duro golpe propagandístico para ISIS, al mostrar
todo lo que han caído desde su exitosa estrategia de mensajes de 2014, cuando pregonaban abiertamente sus victorias.
Con estas pérdidas territoriales, ISIS tal vez tenga también más dificultades para usar
internet con el fin de entrenar atacantes.
Sin embargo, no está claro todavía hasta qué punto los mensajes de ISIS son
fundamentales para liderar las amenazas en Estados Unidos. Algunos atacantes se
inspiran en grupos yihadistas distintos a ISIS y, de hecho, puede que no tengan ninguna motivación yihadista.
Tampoco está claro que la comunicación en línea de ISIS con los atacantes haya
jugado un papel clave en la conducción de las amenazas dentro de Estados Unidos.
No se conoce de ningún atacante mortal que haya recibido instrucciones operacionales
de algún militante de ISIS a través de internet. John Mueller, miembro el Instituto CATO, argumenta que, con base en la revisión de los complots activados, el entrenamiento en
línea de los atacantes“escasamente parece ser más un punto de inflexión o una
Incluso si esos complots plantean una amenaza sustancial, el entrenamiento en línea puede provenir de lugares fuera de Siria.
La caída de Raqqa marca un cambio significativo en la influencia de ISIS, es cierto, pero debemos recordar que hoy la amenaza terrorista dentro de Estados Unidos se parece a la que había antes de que ocurrieran esos hechos en la ciudad siria: ataques de individuos y parejas inspirados por una ideología yihadista o, quizás, autorizados por militantes en el exterior.
Para enfrentar ese desafío se necesita mucho más que una operación militar a miles de kilómetros de casa.
Fuente:
http://cnnespanol.cnn.com/2017/10/24/por-que-las-amenazas-terroristas-sobreviviran-a-las-derrotas-de-isis/#0
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