Imágenes viajeras

Distintas fotografías que se trasladan en el tiempo. Lugares e instantes de ayer, que aparecen detenidos para el hoy y el mañana, cercano o lejano...¿Posible?

sábado, 18 de abril de 2015

Tragedias climáticas del calentamiento global



El calentamiento global y sus efectos inmediatos.
Глобальное потепление и его непосредственные последствия .


Tuvalu, país a punto de desaparecer

Las islas Tuvalu son el país más amenazado por el cambio climático 




El archipiélago se encuentra a nivel del mar. El entorno ya está cambiando: inundaciones, salinización de cultivos, desaparición de playas. Se está llevando a cabo un plan de inmigración para los pobladores.


20.MINUTOS.ES. 27.10.2007 - 09:23h

   Las islas Tuvalu, un archipiélago del Pacífico Sur, son el país más amenazado por el cambio climático, según los datos emitidos por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático.
   Nuestro entorno está cambiando de manera trágica"Este organismo afirma que el nivel del mar podría aumentar 59 centímetros hasta el 2100, lo que anegaría completamente a este archipiélago, que se encuentra rozando el mar.Entorno cambianteLa cumbre más elevada de Tuvalu tiene 5 metros, tal y como publica el diario Público, por lo que desde el gobierno ya están alerta de lo que puede pasar en unos años."Nuestro entorno está cambiando de manera trágica y los ancianos han notado los cambios: algunas playas han desaparecido, los islotes están siendo cubiertos por el océano y los cultivos mueren por el agua salada" escribió el primer ministro Apisai Lelemia en la revista Crónica ONU.Por ello, se ha pasado a la acción y ya se ha comenzado a evacuar a los 11.300 habitantes del archipiélago. “Hasta la fecha hemos conseguido que Nueva Zelandia acepte acoger a 75 personas cada año”, comenta un funcionario del estado, encargado del "plan de inmigración".


 Ver más en: http://www.20minutos.es/noticia/297225/0/cambio/climatico/tuvulu/#xtor=AD-15&xts=467263




22 de Febrero de 2015
Por Dirk Hoffmann,     
Tuvalu es considerado uno de los países del mundo más vulnerable al cambio climático. Sus nueve grupos de pequeñas islas y atolones tienen una altitud promedio de solo 2 metros sobre el nivel del mar.
Sin embargo, los 10.000 habitantes no quieren verse solamente como potenciales refugiados climáticos, pidiendo ayuda al resto del mundo. En foros internacionales, el gobierno denuncia los impactos del cambio climático sobre las condiciones de vida de su país; en casa la población busca formas de adaptarse.
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La capital Funafuti en Tuvalu desde el aire; foto cortesía de Shuuichi Endou


En Tuvalu, el cambio climático no es un tema de futuro, sino uno de hoy. Los impactos ya son reales y muy visibles. La erosión costera y la pérdida de tierra resultante es el problema número uno. Ya se perdieron islas pequeñas. Se pierden palmas de coco. La intrusión de agua salada debido al aumento del nivel del mar está contaminando los acuíferos, lo que pone en riesgo la disponibilidad de agua potable y la producción de taro, un tipo de papa y principal alimento tradicional.
Tuvalu, esto son 9 grupos de pequeñas islas en el Océano Pacífico, ubicadas a dos horas de vuelo al norte de Fiji, medio camino entre Hawai al norte y Australia al sur. La extensión marítima de 900.000 km² contrasta con la superficie terrestre; con apenas 26 km². Tuvalu, independiente desde 1978, es uno de los países más pequeños del mundo – y uno de los países más vulnerables al cambio climático.
La altitud promedio de sus atolones es de menos de 2 metros, el punto más alto se erige apenas 4,6 m por encima del mar. Por lo tanto, muchas veces la nación isleña es considerada como uno de los primeros países del mundo de hundirse completamente bajo agua. Sin embargo es importante notar que la vida en Tuvalu puede volverse inviable mucho antes de que las olas del mar llegasen a cubrir sus islas; una vez que el aumento del nivel del mar afecta las fuentes de agua dulce, ya no será posible obtener agua potable o producir alimentos.
Un informe producido por el “Programa Científico del Pacífico sobre Cambio Climático” (Pacific Climate Change Science Program) describe el clima actual y pasado de Tuvalu. La temperatura ha aumentado en 0,21 °C por década y seguirá aumentando. Hay un mayor número de días extremadamente calientes y un mayor número de días con lluvias extremas. Los patrones de precipitaciones cambiaron. Se registran menos ciclones tropicales, pero son ahora más intensos. El nivel y la acidez del mar han aumentado. – Todos estos fenómenos continuarán en el futuro, posiblemente aumentando o empeorando de forma acelerada. Las perspectivas son realmente muy poco alentadoras.
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Shuuichi Endou dirigiéndose al público en la Conferencia Climática de Lima (izq.) y la tapa del Quinto Informe del IPCC de 2014 mostrando la plantación de manglares en Tuvalu (dcha.)
Tuvalu en las negociaciones climáticas

En las negociaciones climáticas internacionales, Tuvalu pertenece al grupo de los Pequeños Estados Isleños en Vías de Desarrollo SIDS (Small Island Developing States) y es miembro de AOSIS, la Alianza de Pequeños Estados Isleños (Alliance of Small Island States), una alianza dedicada a promover los intereses específicos de los pequeños países isleños, amenazados por el aumento del nivel del mar.
En la Conferencia Climática COP 20 de Lima en diciembre pasado, Tuvalú fue representado en el segmento final por su premier ministro Enele S. Sopango, quién dijo que el cambio climático es el mayor reto que su país está enfrentando. De forma retórica preguntó: “Si Uds. tuvieran que enfrentar la amenaza de la desaparición de su país, ¿qué harían? Les pido pausar un instante y preguntarse a sí mismos, ¿qué harían?”
Aunque muy preocupado por un futuro posiblemente muy difícil, dijo que había pequeñas señales de esperanza, como el acuerdo reciente entre los Estados Unidos y la China de limitar sus emisiones futuras. Dijo que estaba movido por las más de 370.000 participantes de la Marcha Climática de los Pueblos en septiembre pasado en Nueva York.
Acerca de los compromisos de varios países hacia el Fondo Verde para el Clima (GCF, Green Climate Fund), dejó claro que aunque se trata de un comienzo, es todavía una gota en el océano y de ninguna manera cerca de los fondos necesarios para transformar la sociedad en un mundo sin combustibles fósiles y seguro frente a los impactos del cambio climático.
El representante de Tuvalu en la COP 20 de Lima, Mataio Tehinene, en entrevista al Klimablog dijo que la perspectiva de los habitantes de Tuvalu es quedarse en la isla. “Creemos que con acciones decididas de adaptación y una mitigación ambiciosa, será posible para nuestra población quedarse en su tierra, agregó. “No hay planes de movernos. La situación que estamos enfrentando es un gran reto”.
En esto, Tuvalu se distingue de otra pequeña nación isleña del Pacífico, Kiribati. Ahí se ha tomado la decisión de mover toda la nación a otro lugar más alto, más seguro frente al aumento del nivel del mar. Ya hay varios antecedentes en la región pacífica, como la isla Taro en las Islas Salomón o la Isla Carteret en Papua Nueva Guinea, donde en 2009 alrededor de 40 familias tomaron la decisión de migrar a causa de los impactos del cambio climático.
Pero la población de Tuvalu no quiere verse solamente como potenciales refugiados climáticos, en busca de un nuevo lugar para sobrevivir y pidiendo ayuda a los países industrializados.
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Inundaciones en la zona costera de Vaitupo (2012); foto cortesía de Shuuichi Endou.
“Tuvalu Overview“

Desde 2007 se está ejecutando un proyecto de adaptación al cambio climático, que consiste en la expansión y plantación de los manglares. Mediante esta medida será posible romper la fuerza de las olas del mar e iniciar procesos de sedimentación entre sus raíces, para contrarrestar el aumento del nivel del mar. En estos proyectos, la población tiene apoyo de algunas ONGs, como por ejemplo de “Tuvalu Overview”.
La ONG “Tuvalu Overview“ (Panorama de Tuvalu) fue fundada en 2005 por el fotógrafo japonés Shuuichi Endou. Después de su primera visita a Tuvalu en 1998, quedó impresionado con la belleza de la naturaleza y su gente amable. Decidió buscar una forma de ayudar a la población del pequeño país isleño y hacer conocer su situación frente a los impactos del cambio climático.
Una de las actividades principales de “Tuvalu Overview” es la promoción de actividades de educación y adaptación al cambio climático. En primer lugar, son la plantación de manglares, el apoyo al ecoturismo y la reparación del sistema de suministro de agua potable, pero también talleres de concientización sobre el cambio climático.



      
30 Mar de 2015
Vanuatu nos abre una ventana al futuro
Por Dirk Hoffmann,      
Hace dos semanas la pequeña nación isleña del Pacífico sur de Vanuatu sufrió el paso del ciclón “Pam”, uno de los muchos ciclones que pasan por el Pacífico durante esta época.
La devastación tremenda causada por esta tormenta tropical de categoría 5 nos muestra con una brutal claridad lo que será la “nueva normalidad” para esta parte del globo con temperaturas globales cada vez más altas.
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Casas destruidas por el ciclón “Pam” en Vanuatu; foto: UNICEF Pacific 
Vanuatu es un país que consiste de 65 islas habitadas de origen volcánico en la parte sur del Pacífico. Bautizado “New Hebrides” por el capitán Cook en 1774, Vanuatu tomó su nombre actual en ocasión de su independencia en 1980.
El día 13 de marzo del año en curso el ciclón “Pam” destruyó buena parte de Vanuatu, dejando 24 muertos y varios miles de los 267.000 habitantes sin casa ni techo. Vanuatu es uno de los países más pobres del mundo y uno de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático. En el Índice Global de Riesgo, Vanuatu figura en el primer lugar como el país con el mayor riesgo de sufrir desastres.
Una muestra de esta vulnerabilidad al cambio climático es la destrucción tremenda que ha causado el ciclón, que pasó con vientos de más de 300 kilómetros por hora y era una de las tormentas más fuertes jamás registradas.
Inicialmente ha sido muy difícil evaluar los daños causados por el ciclón en las 65 islas habitadas, porque no funcionaban las telecomunicaciones y primero se tuvo que reparar el aeropuerto de la capital. Sobrevuelos daban una primera idea de la magnitud de la destrucción. Quedaron dañados también el hospital y la infraestructura eléctrica y de agua potable, tanto como una gran parte de los cultivos en varias de las islas. “Es probablemente uno de los peores desastres que hemos visto jamás en el Pacífico”, dijo Colin Collet de Oxfam desde la capital Port Vila. Muchos de los avances en el desarrollo de los últimos años han sido borrados en un par de horas.
El presidente de Vanuatu Baldwin Lonsdale calificó de “monstruo” al ciclón. “Vanuatu está acostumbrado a desastres, pero las indicaciones son que el ciclón “Pam” ha causado daños sin precedentes”, comentó cuando se enteró del evento. La gran ironía: El presidente Lonsdale se encontraba en una conferencia sobre riesgos de desastres en el Japón, cuando “Pam” pasó por las islas de su país. Luego Lonsdale dijo que el cambio climático tenía la culpa de la ferocidad de la tormenta y que su país estaba en peligro por el aumento del nivel del mar.
Antes de llegar a Vanuatu, el ciclón “Pam” ya había causado daños extensos en otras islas pacíficas, incluyendo Kiribati, las Islas Salomón y Tuvalu.
Al día siguiente, la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas comenzó a coordinar la ayuda humanitaria. “Un desastre de esta magnitud no ha sido experimentado por Vanuatu en la historia reciente – particularmente en términos del daño potencial y la ferocidad de la tormenta”, comentó la directora de la OCHA Sune Gudnitz
Equipar los centros médicos y hospitales, garantizar agua potable y establecer centros escolares temporales eran las primeras prioridades. Debido a los daños que sufrieron los cultivos, ahora se juntó la necesidad de proveer alimentos a la población afectada.
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El ciclón “Pam“ y el cambio climático

La época de ciclones en el Pacífico sur es de noviembre a abril, coincidente con la temporada más caliente y lluviosa. Según el Servicio Meteorológico de Vanuatu, el país recibe ente 2 a 3 ciclones cada temporada. “En promedio, Vanuatu y sus aguas circundantes son una ruta común para unos 20 a 30 ciclones per década, siendo unos 3 a 5 que causan daños severos”, se constata.
Aunque todavía no se puede atribuir la existencia de un evento extremo singular de forma directa al cambio climático, el ciclón “Pam” muestra claramente el mando del calentamiento global. Mientras que tormentas fuertes son comunes para la región, este último ciclón era algo excepcional, como explica el experto en cambio climático y eventos extremos Kevin Trenberth: “En un área grande alrededor de Vanuatu, las temperaturas de la superficie del mar estaban entre uno a dos grados centígrados por encima de lo normal...Así que la atmósfera en toda la región contiene un 10 a 20% más de humedad comparado a las condiciones de una tormenta similar en los años 70.”
La ferocidad de la tormenta tropical de categoría 5 “Pam” está completamente en línea con lo que predicen los modelos climáticos. Según un informe del Banco Mundial, la frecuencia y la ocurrencia de tormentas de las categorías 4 y 5 en la región del Pacífico se duplicaron entre el período de 1975–1989 a 1990-2004.
Hace poco más de un año, en noviembre de 2013, el taifún –que es solo otro nombre para una tormenta tropical- Haiyan paso por las Filipinas, causando miles de muertos y destrucción masiva. Mientras tanto, los países del mundo estaban reunidos en la capital de Polonia, Varsovia, en la Conferencia Climática anual de las Naciones Unidas (COP 19).
Dos tormentas tropicales de la categoría más alta en menos de dos años parecen indicar un aumento también en la frecuencia de este tipo de eventos extremos. Sin embargo, entre los investigadores todavía no hay certidumbre si el número de ciclones en el Pacífico aumentaría con el cambio climático o no. El Informe del Panel Intergubernamental IPCC indica que la frecuencia de ciclones tropicales probablemente tiende a disminuir o se mantiene estable en un futuro de cambio climático. Pero sí hay acuerdo de que van a ser más fuertes. El IPCC ve probable un aumento tanto en los vientos máximos y las tasas de precipitación.
Con temperaturas más altas, también vienen vientos más fuertes. Pero aquí hay otro punto importante a considerar: La fuerza del viento cuando choca con algún obstáculo, sean estos edificios, infraestructura o árboles, se incrementa de forma desproporcional al aumento de la velocidad del viento. Con esto, se multiplican los daños que un ciclón puede causar.


http://cambioclimatico-bolivia.org/index-cc.php?cod_aporte=315#315



Por Dirk Hoffmann, 13 de Abril de 2015
El 30 de marzo, un grupo de juristas de renombre internacional presentó al mundo los “Principios de Oslo sobre Obligaciones Globales referente al Cambio Climático”, acusando a gobiernos y empresas de no estar cumpliendo con sus obligaciones legales frente al cambio climático.
El argumento de los juristas firmantes de la declaración es que no se necesita ningún nuevo acuerdo legal global para tomar medidas contra el cambio climático, sino en base de la legislación vigente de derechos humanos, de medio ambiente y del derecho internacional, los gobiernos y empresas del mundo están ya obligados a actuar.
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Cordillera de los Andes, Perú
“La biósfera, todas las formas de vida contenidas en ella, y los procesos ecológicos que mantienen todos los organismos vivos, son parte del patrimonio común de la humanidad.” - El mensaje central del grupo de autores: La amenaza del cambio climático es demasiado urgente que no podemos esperar hasta que gobiernos y empresas con intereses corto-placistas despierten a salvarnos; y que cualquier acción debe basarse en los principios de equidad y justicia.
“Evitar una catástrofe global seria es un imperativo moral y legal.”

Según los autores de los “Principios de Oslo”, que han sido lanzados en Londres hace dos semanas, un “acuerdo legal internacional sería la mejor solución”, pero mientras esto no se da, es imprescindible apoyarse en otras fuentes legales. Constatan en base a su experticia jurídica, que el mundo no necesita un nuevo acuerdo legal sobre cambio climático para que los países y empresas puedan actuar. Cualquier nuevo acuerdo sería solamente una coda a obligaciones ya existentes.
Es más todavía, tomando en cuenta las bases legales existentes en materia de derechos humanos, medio ambiente y derecho internacional, los gobiernos y empresas están obligados a actuar frente al cambio climático. “Si las emisiones continúan en la trayectoria actual, el daño que causarán llegará a proporciones catastróficas, poniendo en peligro los derechos humanos de miles de millones de personas. La ley internacional de derechos humanos es una obligación legal para los países, cuales, por lo tanto, no disponen de la libertad de seguir haciendo las cosas como siempre las han hecho (business as usual), se argumenta desde el Programa de Justicia Global.
Es por eso que “todos los principios, leyes, políticas y prácticas, sean estos locales, nacionales o internacionales, que puedan afectar el medio ambiente, y especialmente el clima global, deben estar basados en evidencia científica. En la medida que esta evidencia está evolucionando y mejorando continuamente, forjadores de leyes, forjadores de políticas y tribunales tienen la obligación de informarse y de basar sus acciones –de buena fe y respetando justicia y equidad- en los conocimientos y opiniones científicas actualizadas.
El documento presentado en Londres es el resultado de un esfuerzo de varios años, coordinado por Thomas Pogge de la Universidad de Yale y Jaap Spier de la Corte Suprema de los Países Bajos.
El Principio Precautorio

El principio general que guía la argumentación del documento de Oslo es el Principio Precautorio: “Existe evidencia clara y contundente que los gases de efecto invernadero (GEI) producidos por la actividad humana están causando cambios significativos al clima y que estos cambios significan un riesgo grave de daños irreversibles a la humanidad, incluyendo actuales y futuras generaciones, al medio ambiente, incluyendo otras especies vivas y el hábitat natural por completo, y a la economía global”.
Por lo tanto, se requiere que:
“1) se reduzcan las emisiones de GEI en tal dimensión y a un paso necesario de protegernos frente a las amenazas del cambio climático que todavía se puede evitar; y
2) la reducción de los niveles de GEI requeridos para lograr esto, deberían estar basados en los peores escenarios (worst-case scenarios) creíbles y realistas, aceptados por un número sustancial de los expertos en cambio climático más reconocidos.”
Luego los autores agregan que las medidas requeridas por el Principio Precautorio deberían ser adoptadas sin considerar los costos, menos cuando estos sean completamente desproporcionados a las reducciones logradas.
La argumentación es muy clara y deja poco margen para sustentar la inacción, tanto de los países como de las empresas.
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Kathmandú, Nepal

Equidad y justicia

En la segunda parte de los “Principios de Oslo” se definen las obligaciones específicas de los países y empresas y se detallan algunos procedimientos. ¿Cómo pueden saber los gobiernos cuál es su obligación de reducción de emisiones, si no hay un acuerdo global?
Tomando en cuenta el principio básico de la Convención de Cambio Climático de “las obligaciones conjuntas pero diferenciadas”, los autores proponen un cálculo per cápita en base a las emisiones permitidas sin poner en peligro la meta de no pasar un aumento de temperatura de 2 °C, el límite políticamente acordado en las negociaciones climáticas de las Naciones Unidas.
Los “Principios de Oslo” vienen acompañados de casi 100 páginas de comentarios y referencias científicas y jurídicas, para dar la necesaria seriedad al documento.
“Estos documentos pueden ayudar a los jueces de decidir cuáles de los gobiernos están cumpliendo con sus obligaciones legales de enfrentar el cambio climático. Estos principios también puedan servir muchos otros propósitos, por ejemplo pueden servir para fortalecer las posiciones de negociación de países pobres en la medida que se apunta hacia las amplias obligaciones de los países ricos”, comenta la nota de prensa del Programa de Justicia Global de la Universidad de Yale en Estados Unidos.
“Nuestra honesta esperanza es que nuestros Principios contribuirán a solucionar el mayor reto y amenaza para la humanidad, en la memoria viva.”


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 23 de Marzo de 2015     
Por Dirk Hoffmann.
La tasa del aumento de la temperatura global está a punto de despegar en la década siguiente, señalan los autores de un nuevo estudio climático publicado a comienzos del mes en la revista científica “Nature climate change".
Según la investigación “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), el aumento de la temperatura global promedio llegaría a 0,25 °C per década antes de la mitad del siglo XX.
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El gráfico de Smith et al. (2015) mostrando la tasa de aumento de temperatura per década para las diferentes regiones del globo.

En el artículo “Aceleración a corto plazo de la tasa de cambio de temperatura” (Near-term acceleration in the rate of temperatura change), publicado en la revista “Nature climate change el 9 de marzo del año en curso, los investigadores Steven Smith y colegas presentan proyecciones de modelos climáticos para el aumento de temperatura per década hasta 2100, desglosadas por las diferentes regiones del globo (ver gráfico arriba).
Según los investigadores, ya en el año 2020 el sistema climático de la tierra “entrará a un régimen en términos de tasas de cambio multi-década que son sin precedentes durante por lo menos los últimos 1.000 años”.
Debido a la “amplificación ártica”, causada por la acelerada pérdida del hielo flotante durante la última década, el Ártico y el norte de Europa y de América serán los primeros en experimentar tasas de aumento de temperatura históricamente sin precedentes. Esto traerá impactos profundos en los ámbitos naturales y de la sociedad. En la región del Ártico la aceleración de la tasa de calentamiento será aproximadamente tres veces más alta que el promedio global. Ya en la década 20 de este siglo -en menos de diez años- la temperatura aumentará por más de 0,6 °C per década – casi 2 grados en solo 30 años.
“En esencia, el mundo está entrando a un nuevo régimen donde lo que es normal comenzará a seguir cambiando, y la tasa de cambio pueda estar más allá para que los procesos naturales puedan acompañarla”, comentó el investigador principal Smith.
El bloguero norteamericano Joe Romm, probablemente el bloguero climático más importante del mundo, resume las principales consecuencias del aceleramiento esperado del aumento de la temperatura global en los siguientes puntos:
Primero, probablemente se aceleraría la pérdida del hielo flotante ártico, que ya experimenta un “adelgazamiento” (thinning) y una disminución vertiginosa de su superficie mínima al final del verano nórdico.
Segundo, muy probablemente aumentarán todavía más los extremos climáticos en el hemisferio norte durante las próximas décadas, que ya se han registrado últimamente debido a la “amplificación ártica”.
Tercero, el calentamiento acelerado del Ártico implica que la capa de hielo de Groenlandia muy probablemente comenzará a desintegrarse de una manera todavía más rápida. Lo que a su vez hará necesario corregir las estimaciones para el aumento del nivel del mar esperado para este siglo a dos metros o más.
Cuarto, un aceleramiento en el calentamiento de la región ártica de la magnitud prevista estaría acelerando la liberación de grandes cantidades de carbono del derretimiento del permafrost, el suelo permanentemente congelado.
Mientras que los investigadores del estudio hacen hincapié en la urgencia de tomar medidas de adaptación para poder enfrentar los impactos del aceleramiento de la tasa de calentamiento prevista, el bloguero Joe Romm saca otra conclusión:
“En el escenario de emisiones RCP 8.5 de pocas acciones de mitigación, la tasa del calentamiento después de 2050 sería tan rápida, que probablemente estará más allá de las posibilidades de adaptación para muchas especies – y para los humanos en muchas partes del mundo”; para luego agregar: “Ninguna civilización racional jamás arriesgaría algo así de acontecer”. ¿Será?
Foto2230315.jpgProyecciones de las tasas de aumento de temperatura per década hasta 2100 en el escenario de la trayectoria de las emisiones actuales, el RCP 8.5 (Smith et al. 2015).

Ha llegado El Niño

A comienzos de marzo del año en curso la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos ha anunciado la llegada ya esperada hace tiempo del fenómeno El Niño. “Basado en las observaciones persistentes de temperaturas por encima del promedio de la superficie marítima en el Océano Pacífico ecuatorial occidental y central y los patrones consistentes de presión a nivel del mar, podemos decir ahora que El Niño está aquí”, dijo el vice-director Mike Halpert del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
Con esto, es casi seguro que el año 2015 será más caliente que el año pasado, hasta la fecha el año más caliente desde que se iniciaron las mediciones sistemáticas de temperatura en el siglo XIX.
Sin embargo, debido a la naturaleza débil de este El Niño, no se esperan impactos fuertes en el hemisferio sur. El Boletín de la NOAA (en su versión en castellano) dice al respecto: “Debido a que se espera una intensidad débil, no se anticipan impactos globales generalizados o significativos. Sin embargo, algunos impactos usualmente asociados con El Niño pueden aparecer en algunas localidades durante la primavera del 2015 en el Hemisferio Norte.”
Esto es buena noticia para Bolivia, donde el fenómeno de El Niño (o ENSO – El Niño Southern Oscillation), trae sequía a la parte andina y mayor precipitación e inundaciones a tierras bajas. En contraste, el estado norteamericano de California, que hace varios años experimenta una sequía histórica que no acaba de terminar, había esperado ansiosamente la llegado de El Niño, que trae lluvias por encima del promedio para esta región. “El presente El Niño muy probablemente haya llegado demasiado tarde y de forma demasiado débil para poder aliviar la sequía de California”, comentó Halpert.
Los últimos eventos ENSO se dieron en las siguientes fechas: 1997-98 (muy fuerte, también llamdo “super El Niño”, 2002-03 (moderado), 2004-05 (débil), 2006-07 (débil a moderado) y por último 2009-10 (moderado a fuerte).
En Bolivia, el ENSO de 1997-98 está todavía muy bien recordado por la población de la región andina por la fuerte sequía que trajo. Durante el ENSO de 2009-10, se derritió el último parche de hielo de la pista de esquí del glaciar Chacaltaya en la Cordillera Real del país.
El próximo Boletín Informativo sobre El Niño de la NOAA será publicado el 9 de abril próximo. 

        



      
Por Dirk Hoffmann, 16 de Marzo de 2015
    
Por la actualidad del tema para el debate nacional, volvemos hoy –a pocos días del cuarto aniversario del accidente nuclear en Fukushima- sobre el tema energético. A fines de enero, en ocasión del comienzo del tercer mandato presidencial de Evo Morales, el vicepresidente de la comisión de economía y energía del parlamento alemán Klaus Barthel visitó Bolivia.
Reproducimos a continuación una versión acortada de la exposición sobre el “viraje energético alemán” que el Sr. Barthel dio el día 23 de enero del año en curso en un conversatorio organizado por la Fundación Friedrich Ebert (FES) en La Paz. El evento tuvo el objetivo de compartir la experiencia particular de la nueva etapa que emprende Alemania a partir de la decisión de realizar un viraje en la producción y consumo de energía, renunciando a producir energía atómica y aumentar la parte de las energías sostenibles en su matriz energética.
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Paisaje devastado por una mina de lignito a tajo abierto (izq.) y una central térmica en base a lignito (dcha.) en la región alemana de Lusicia
Los antecedentes del “viraje energético” o “Energiewende” de Alemania

Pienso que la política climática de Alemania es más fácil de entender si primero hablo de la historia y cómo se ha desarrollado esa discusión. El debate sobre el suministro de energía empezó en Alemania en los años 70s. Por un lado, había el llamado “choque del precio del petróleo”, es decir, la subida brusca de los precios del petróleo en 1973. Y eso se grabó profundamente en la memoria y en la conciencia de la gente. Hay que imaginarse Alemania como una nación de automovilistas y el gobierno tuvo que prohibir la conducción de carros en cuatro domingos. Luego, subieron más los precios de petróleo y con eso crecía la comprensión que a la larga debemos disminuir nuestra dependencia del petróleo y del combustible fósil.
Por otro lado, había paralelamente un debate sobre los riesgos de la energía nuclear. Se fundaron cada vez más iniciativas ciudadanas que se dirigieron contra la construcción de plantas nucleares, contra un depósito final de basura nuclear en Baja Sajonia, contra el reprocesamiento y el transporte de barras de combustible nuclear en ciertos lugares porque genera radiación nuclear.
Eso impactó al sistema político y se fundó el partido de “Los verdes” y un movimiento ecológico. Ese desarrollo impulsó el debate dentro de la socialdemocracia. Así, que a mediados de los años 80s, hubo una mayoría entre los socialdemócratas para el abandono de la energía nuclear. Al mismo tiempo, los sindicatos también se movían en esa dirección. Los accidentes nucleares fueron importantes para la toma de conciencia especialmente en Harrisburgo, EEUU y en Chernobyl, cuando cayó lluvia nuclear sobre Alemania. Por esa lluvia, grandes partes del país fueron contaminados por una determinada cantidad de radicación nuclear.
De esos debates, sobre la salida del petróleo y la energía nuclear, nació el debate en la socialdemocracia. Ese debate fue sobre una necesaria modernización de la economía nacional, es decir, una nueva matriz económica-nacional. Además, se diseñó un programa con el título “Trabajo y Medio Ambiente”. Se quería desarrollar una estrategia que confirmó que no se puede y no se tiene que asociar la reestructuración del sistema energético con el miedo de que miles de personas pierdan su trabajo, sino que se debe afirmar, en una economía nacional moderna, que es posible conectar tal reestructuración de la economía nacional con ganancias para el valor agregado y la creación de puestos de trabajo.
El programa “Trabajo y Medio Ambiente” marcó el programa de la socialdemocracia hasta hoy. A partir de 1998 con el cambio de gobierno hacia el rojo-verde (socialdemócrata-ecológico) empezó la realización de estas políticas en Alemania. Había el llamado “acuerdo nuclear” en el año 2000 que era la realización de la promesa electoral del abandono paso a paso de la energía nuclear. El gobierno declaró en el “acuerdo nuclear” un abandono progresivo y conjuntamente a las empresas de abastecimiento de energía y se firmó un contrato de qué manera tiene que realizarse. Se planificó que el cierre de la última planta nuclear sea a inicios de los años 2030s y que los consorcios nucleares, los cuatro grandes suministradores de energía en Alemania, iban a prescindir de indemnizaciones. A cambio tienen un plazo de función garantizado. Al mismo tiempo, se tenía que construir una alternativa, un nuevo suministro de energía que fue encaminada con la “Ley de Energías Renovables” en el año 2000.
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Participantes del conversatorio (izq.); el parlamentario alemán Klaus Barthel (dcha.)
Hay que mencionar, según la historia, que eso fue decidido por una nueva mayoría política contra la resistencia enconada de la oposición conservadora y liberal. Ambos anunciaron que iban a detener y deshacer el abandono de la energía nuclear y el viraje energético. No obstante, la coalición socialdemócrata-ecologista siguió ese camino. En el 2005, con el cambio el gobierno, el partido conservador designó al canciller federal y obtuvo la mitad del gobierno, la otra mitad era de los socialdemócratas. En esa época logramos continuar con el abandono de la energía nuclear y el viraje energético. Pero en  2009 perdimos las elecciones y el nuevo gobierno de los conservadores y los liberales introdujo, como una de las primeras medidas, el rechazar el abandono de la energía nuclear y dijo que las plantas nucleares continúen su funcionamiento. Esto continuó  como medio año hasta la catástrofe de Fukushima. Entonces el gobierno se encontró bajo mucha presión de los electores en algunos estados federados que revocaron su rechazo del abandono de la energía nuclear.
Con lo ocurrido, el gobierno decidió realizar el viraje energético de manera acelerada. Rápidamente se desconectaron las ocho plantas nucleares más viejas. Y, con una medida inmediata se limitó el plazo del resto hasta el año 2022. Ahora, con la coalición de socialdemócratas y conservadores se decidió continuar con el viraje energético de forma sistemática.
El abandono de la energía nuclear

Ahora quiero presentar cuáles son los elementos principales del viraje energético. El primero es el abandono progresivo de la energía nuclear. En Alemania no hubo ninguna nueva construcción de una planta nuclear desde los años 80s. Hemos salido del reprocesamiento de barras de combustible nuclear. Y como ya mencioné, la última planta nuclear en Alemania va a ser desconectada en el 2022. En el momento aún funcionan siete plantas.
La razón de la desconexión de las plantas es muy clara, los riesgos de su funcionamiento son demasiado altos. Los accidentes en Harrisburgo (EE.UU.), Chernobyl (Unión Soviética/Ucrania) y Fukushima (Japón) lo demostraron. Teníamos cada vez más problemas con los depósitos provisionales y el transporte de las barras de combustible nuclear. En ningún lugar del mundo existe un depósito final seguro, tampoco en Alemania. La basura radioactiva se incrementa con cada hora que funciona una planta nuclear y esa tecnología produce cada vez mayores costes. Se calcula que hasta hoy fluyeron unos 250 mil millones de euros de impuestos con esta tecnología y que no se puede calcular los costos que vienen.
El reto principal: Salir del uso de la energía fósil

La segunda parte, y este es el problema principal, es la salida del uso de la energía fósil o más bien, primero su reducción. El gobierno se obligó a si mismo reducir el dióxido de carbono y los gases perjudiciales para el clima, respecto a 1990, en un 40% hasta 2020 y en un 80% hasta 2050. Básicamente, significa en gran parte un abandono del uso de la energía fósil. Esto se debe realizar a través de un aumento de la productividad del consumo de energía final en un 2,1% por año, una reducción del consumo de energía en un 10% hasta 2020 y en un 25% hasta el 2050.
¿Cómo se quiere lograr las metas del abandono doble? A través de una reforma del sector de electricidad. El porcentaje de la producción de electricidad renovable debe ser aumentada. En el año 2000, cuando empezó el viraje energético, teníamos alrededor de 2 a 3% de energía renovable en la producción de electricidad. Ahora en el año 2014 obtenemos alrededor del 25% de electricidad de energías renovables. Este porcentaje debe incrementarse hasta un 40% en el 2020 y 80% en el año 2050.
Todo esto se financia por un aumento de los precios de electricidad que debe ser asumido por los consumidores. Eso es el principio de la “Ley de energías renovables”. Las empresas distribuidoras de energía son obligadas a comprar energía renovable. Significa que tienen que comprarla a precios fijos y tienen que abastecerse y venderla con prioridad. Así se garantiza que la energía renovable sea abastecida y vendida prioritariamente. De esa manera, paso a paso, se expulsa del mercado a otras empresas abastecedoras de energía, sobre todo a las plantas de carbón y nucleares.
Así se crean inversiones en energías renovables y los costos de producción de energía renovable bajan enormemente. Se crea un progreso tecnológico cada vez que se construyen centrales de viento o de sol, porque son más económicas, hay innovación técnica y en los últimos 10 años los costos de un kilovatio/hora de energía eólica se redujeron en un 75%, simplemente por el progreso tecnológico.
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Energía eólica, una de las apuestas de la “transición energética”
En eso, no tenemos tan buenas condiciones como Bolivia porque tenemos poca energía hidráulica y poco gas. Nuestras plantas de carbón no son flexibles, al contrario del agua y gas. Una planta de carbón tiene que funcionar las 24 horas, no se la puede regular hacia arriba o abajo en cada momento. Una central de gas puede ser manejada flexiblemente y, mientras tanto, también existen turbinas de gas modernas que pueden funcionar en minutos y producir electricidad. Eso puede hacer durante el tiempo en que realmente se necesita la energía. Mientras que las plantas de carbón tienen que funcionar, necesiten energía o no.
En Alemania tenemos de 2 a 3% de energía hidráulica porque no tenemos tantas lindas montañas como acá. También con energía hidráulica se puede reaccionar flexiblemente, conectando turbinas adicionales o no. Además, se podría construir plantas de depósitos de bombas que usan la energía para extraer el agua en un depósito y alimentar las turbinas cuando se necesita la energía. Alemania no cuenta con estas condiciones geológicas. Nuestro gas viene en gran parte de Rusia y es relativamente caro. Para un mercado de electricidad así, Bolivia tiene mejores condiciones que Alemania.
Finalmente, es importante ver la política de energía y el sistema de energías como un conjunto porque muchas veces en Alemania sólo hablamos de electricidad. Pero debemos tener en cuenta que el uso de electricidad es sólo el 20% del uso de energía total. Alrededor del 50% del uso de energía va a la calefacción y el resto lo usa el tráfico. Si de verdad hablamos de un viraje energético también necesitamos medidas en los ámbitos del tráfico, hogares privados e industria para llegar a una mayor eficiencia y para reducir el consumo.
En conclusión:
  1. Alemania se propuso como primer país industrializado un viraje energético completo y en parte lo ha realizado.
  2. Así se crea un potencial económico enorme. Hoy tenemos en Alemania más de 400.000 puestos de trabajo que son lucrativos en el sector de las energías renovables. En ese sector, hemos vivido un empujón de tecnologías y modernización. Por eso, tenemos la ventaja de tener un rol de liderazgo en los mercados mundiales.
  3. Este punto es importante también para Bolivia y otros países: el viraje energético da la oportunidad de una nueva configuración del sistema energético. En ese sentido, se puede llegar a una descentralización. Centrales fotovoltaicas y eólicas se pueden construir y operar descentralizadamente. Así, se puede construir un sistema de abastecimiento que produzca la energía en el lugar donde se la usa. De esta manera, el nivel comunal puede ganar mayor capacidad y mejor actuación. En Alemania ya se está hablando de una recomunalización del suministro de energía.

El texto de la transcripción completa de la exposición de Klaus Barthel puede ser descargado aquí: “El viraje energético en Alemania”

Archivos adjuntos:
CV - DIPUTADO KLAUS BARTHEL (1).pdf
Invitación.pdf
Transcripcion Barthel FES.pdf

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